Entrevista a Matthee Swart (JAKOBSLAND)

En el contexto del Beerkas, primera feria de la cerveza de Vallecas que tuvo lugar el pasado mes de junio, pudimos charlar unos minutos con Henlo Matthee Swart, cofundador de Jakobsland, una joven cervecera basada en Santiago de Compostela que surgió en 2016 de la mano de tres socios procedentes de lugares muy distantes entre sí en el globo: Matthee Swart (Sudáfrica), Francisco Vaquero (España) y Jeremiah Fox (EEUU). 



Jakobsland se está caracterizando por los productos de calidad que está lanzando en el mercado español, y de ello pudieron dar buena cuenta los asistentes al Beerkas, quien en la primera tarde del viernes agotaron todas las latas que estaban a la venta, además de disfrutar de las cervezas que tenía pinchadas. Entre ellas, nos llamaron especialmente la atención The Beat Gose On, una Gose con sal de Ibiza y frutos rojos, o la Beautiful Chaos,  una refrescante New England DIPA.




Un sudafricano, un americano y un español… Así de primeras parece el comienzo de un chiste ¿Cómo tres personas de orígenes tan distintos decidieron crear en Galicia una cervecera?

Por relaciones profesionales y amistades… Es una historia bastante interesante, conocí a Fran, uno de los socios, que es vigués, primero de manera profesional y luego nos hicimos amigos. Luego al otro socio, que ya no está, y quien tuvo que volver a Estados Unidos por motivos familiares, le conocí casualmente en una cata de cerveza artesana y hablamos de hacer un poco de cerveza juntos. Nos apasionamos, hicimos varias ediciones, y de ellas la mejor que salió fue la Dumbstruck, nuestra APA con Citra, y nos empezamos a dar a conocer por el boca a boca. Luego pensamos que estábamos fabricando tanto en casa que con los conocimientos de hacer cerveza con profesionales que teníamos tanto Jeremiah como yo, podríamos montar nuestra propia fábrica. Tuvimos que realizar un plan de marketing, un plan de negocio, hacer números y al final decidimos que lo más rentable o lo menos arriesgado era montar una marca nómada.

¿Y vuestra idea continúa siendo ser una fábrica nómada?

Hoy en día, somos nómadas, pero con vistas al futuro tenemos planteado montar nuestra propia fábrica.  Ahora mismo estamos en una fase inicial.

¿No sabéis cuando comenzaríais?

No, estas no son cosas que se hagan de un día para otro, sino que hay que plantearlo bien. Sobre todo, teniendo en cuenta la madurez que tiene el sector en este momento, que aún no es mucha, pero ha avanzado bastante respecto a hace unos años, esto requiere un buen planteamiento. Se puede hacer, ya tenemos conocimiento del mercado, sabemos qué es lo que funciona y conocemos la aceptación de nuestra cerveza, pero ahora nos planteamos otras preguntas, como en qué nivel de profesionalidad podemos montar nuestra fábrica.

Dando una vuelta por el festival he visto que las cervezas de Jakobsland estaban a uno de los precios más económicos del festival, y no precisamente porque su calidad sea baja. ¿Esto tiene que ver con que queréis hacer llegar un producto de calidad a la mayor cantidad de gente posible?

Este es un aspecto que hemos tratado en ocasiones varios cerveceros tanto en esta misma feria como en otras. Si haces cuentas y miras bien el coste del barril, algo que no todo el mundo hace minuciosamente, teniendo en cuenta que es difícil hacerlo, ya que los productos en ocasiones los has comprado hace tiempo, ves que la diferencia no es mucha. No voy a decir cantidades exactas, pero vender el producto 100 o 200 euros más caro o más barato no marca la diferencia. Vendiendo la cerveza por canales tradicionales haces dinero, pero de esa manera no te vas a hacer rico, simplemente tienes que recaudar lo justo para seguir funcionando y para que la gente disfrute el producto y que lo haga conocer, que lleven latas de nuestra cerveza a su casa… Aquí no estoy para hacer negocio, sino para conocer al público y lo más importante, su opinión directa. Siendo productor es difícil tener comentarios directos del público a través de los canales habituales y venir a un festival facilita mucho este aspecto.




Entonces, se podría decir que ofrecer cerveza de calidad a un precio aceptable no os parece difícil.

Hay que mirarlo bien, y siempre cuando bajas el margen, tienes que subir el volumen. Por este motivo, podríamos decir  que a veces muchos productores alcanzan una ambición casi agresiva a fin de amortizar su margen. Lo que intento es equilibrar este aspecto. Se puede decir que no es difícil, pero tienes que mirar tu propio bolsillo y mucha gente considera que el productor tiene que aguantar todo, es decir, como es tu producto, algunos clientes o intermediarios te piden que les ofrezcas merchandising, les bajes el precio, les hagas un descuento… Al final cada intermediario hace su dinero, y al productor no le queda más remedio que hacerse cargo de estos aspectos. No digo que esto no tenga que ser así, simplemente considero que a la hora de hacer los cálculos, hay que tener en cuenta también estos factores.

Una de las cosas que llama la atención cuando se está frente a una cerveza de Jakobsland es la creatividad. Tanto en los nombres como en las etiquetas, este aspecto se puede percibir a simple vista. ¿Intervenís vosotros directamente en los diseños o contáis con la ayuda de profesionales a quienes les dais las pautas para ello?

Al principio trabajábamos directamente con tres diseñadores y tomábamos directamente de su portfolio base los diseños de las etiquetas. Ahora yo mismo soy el que diseña las etiquetas de las cervezas de temporada que sacamos. Estudié una carrera de negocios y otra de diseño, así que me dedico a todo lo referente al diseño de las etiquetas.

El nombre de Jakobsland procede de las expediciones vikingas que llegaron a Galicia y que llamaron así a esta región ¿Cuál fue la razón concreta para elegir este nombre?

Estuve tres o cuatro años dándole vueltas al plan de marketing y de negocio, y el nombre quedaba atrás. Tenía una lista que llegaba a casi mil nombres, sin exagerar… Cada día se me ocurrían tres o cuatro. Al final pensamos que había muchísimos nombres celtas en productos artesanos gallegos, y como los integrantes de Jakobsland venimos de tres continentes, vimos la relación entre las invasiones vikingas y nuestra llegada a Galicia. Un día encontré el nombre de casualidad en Wikipedia creo recordar, y hacía referencia a cuando los vikingos llegaron hasta Galicia. No sé por qué, pero este nombre me llegó de una manera especial, significa “tierra de Santiago”, me resultó muy atractivo… Finalmente nos sentamos los tres y decidimos que ese iba a ser el nombre de nuestra marca.

La última pregunta… Se nota que la cerveza artesanal está llegando a todo el mundo. Por ejemplo, aquí en Vallecas hace unos años era casi impensable que tuviera lugar una feria de estas características con esta aceptación. ¿Veis mayor aceptación de vuestro producto respecto a cuando empezasteis en 2016? 

El comienzo fue difícil, porque no sabíamos cómo evolucionaría el sector y ni siquiera los distribuidores eran específicos de este sector, ya que directamente no existía. No obstante, considero que la aceptación ha sido muy buena y muy rápida. Creo que en tres años, hemos hecho bastante avance en este campo, con pocos recursos y mucho aprendizaje. Además, cabe decir que en Madrid siempre tenemos muy buena aceptación, ves que la gente se acerca mucho, habla contigo y sabe mucho de ti, más de lo que pensábamos que se sabía de Jakobsland por esta zona, lo cual es sorprendente. Sobre todo, una cosa que me sorprendió mucho del Beerkas es el conocimiento, la aceptación y que a diferencia de otras ferias, donde la gente simplemente viene a tomar algo y luego se marcha, esta feria es un evento en sí, la gente viene a pasar el día entero. Faltaría un grupo de musical importante para llamarlo el evento del año en el barrio. No obstante,  he de decir los grupos que han tocado eran de mucha calidad y el ambiente fue muy divertido. 



Juanlu