El pasado viernes 19 de octubre Craft Beer Fans estuvo en uno de los actos que Andrew Dougall, maestro cervecero de Dougall’s realizó en Madrid. El lugar que elegimos para escuchar a este maestro pionero en el panorama craft español fue la cervecería El
Boliche, de quien ya hablamos no hace mucho en nuestro blog por haber organizado con gran acierto la 3ª edición de la Oktoberfest Vallekana.
Tras esperar unos quince minutos al maestro cervecero, la expectación en El Boliche fue en aumento, y una vez llegó, se le recibió con vítores y aplausos, lo que presagiaba que la noche iba a ser especial.
A diferencia de los demás locales en los que hizo acto de presencia Andrew Dougall esa semana, en El Boliche no se realizó una cata al uso con degustación de quesos, sino que se pinchó su referencia más conocida, la 942, una refrescante y equilibrada American Pale Ale cuyo nombre procede del prefijo telefónico de Cantabria, tierra donde Andrew decidió abrir su fábrica, no sin pocas dificultades en sus inicios.
Andrew
Dougall (izquierda) sirviendo una pinta de 942 ante la mirada de
Ricardo, propietario de El Boliche
|
Mientras iban circulando entre los asistentes las pintas de 942, así como los surtidos de quesos cántabros de Liérganes, el pueblo donde Dougall’s tiene establecida su fábrica, Andrew tomó la voz y la palabra y explicó de una manera muy espontánea y divertida su periplo desde su llegada a España hasta convertirse en uno de los principales referentes de las cerveceras artesanas españolas. En las próximas líneas os incluyo un breve resumen de las experiencias que Andrew compartió con los asistentes:
Andrew, quien comenzó su explicación confesándose como “medio británico-medio pasiego”, llegó hace 22 años a España, dejando atrás su trabajo en una editorial en el Reino Unido. Comenzó a hacer cerveza como hobby, en sus tiempos de estudiante, ya que en los pisos de estudiantes en Inglaterra, no era costumbre usar la bañera para asearse, sino más bien para hacer cerveza.
Posteriormente, salió de la bañera de su piso de estudiantes para formarse en un par de fábricas inglesas, comprarse en Gales un equipo de elaboración de cerveza y traerlo a Cantabria. Pero ahí topó no con la Iglesia, como le sucedió a Don Quijote y Sancho, sino con las autoridades, quienes son, en palabras del propio Andrew “esas personas que te impiden hacer lo que quieres hacer”. Entre estos impedimentos se encontró con que la cabaña pasiega donde inicialmente iba a establecer su cervecera era un edificio singular, y por tanto no podía realizar modificaciones en el mismo, o que en Sanidad le dijeron que era imposible abrir una fábrica de cerveza artesana, y más en Liérganes.
Finalmente, en un garaje y no en una cabaña pasiega, fue donde Andrew comenzó con una versión más alcohólica y más amarga de su actual bitter Leyenda, pero no conseguía venderla en los bares, ya que le pedían cerveza tipo Heineken. Tampoco conseguía que el público la probase, y la única salida que veía era en mercado medievales, donde el propio Andrew confesó haberse tenido que vestir de romano o de fraile, para escarnio de sus hijas.
Posteriormente, salió de la bañera de su piso de estudiantes para formarse en un par de fábricas inglesas, comprarse en Gales un equipo de elaboración de cerveza y traerlo a Cantabria. Pero ahí topó no con la Iglesia, como le sucedió a Don Quijote y Sancho, sino con las autoridades, quienes son, en palabras del propio Andrew “esas personas que te impiden hacer lo que quieres hacer”. Entre estos impedimentos se encontró con que la cabaña pasiega donde inicialmente iba a establecer su cervecera era un edificio singular, y por tanto no podía realizar modificaciones en el mismo, o que en Sanidad le dijeron que era imposible abrir una fábrica de cerveza artesana, y más en Liérganes.
Finalmente, en un garaje y no en una cabaña pasiega, fue donde Andrew comenzó con una versión más alcohólica y más amarga de su actual bitter Leyenda, pero no conseguía venderla en los bares, ya que le pedían cerveza tipo Heineken. Tampoco conseguía que el público la probase, y la única salida que veía era en mercado medievales, donde el propio Andrew confesó haberse tenido que vestir de romano o de fraile, para escarnio de sus hijas.
Cuando el Diario Montañés publicó un artículo hablando de su negocio, Andrew creyó que su negocio iba a empezar a ver la luz y que al día siguiente iba a recibir infinidad de llamadas para vender su cerveza, pero al ver que la única llamada que recibió al día siguiente fue la de su madre, vio que establecerse en el mercado español iba a ser
más difícil de lo que pensaba.
Totalmente autofinanciados, y en una época donde los términos “artesano”,
“ecológico” o “local” eran considerados negativos, Andrew y su socio pudieron hacerse hueco en el incipiente mercado craft catalán, del cual Dougall’s dependía en sus comienzos.
También Andrew aprovechó para ilustrar a los asistentes con detalles del comienzo del panorama craft español, y recordar a su referente,
Steve
Huxley, un antiguo profesor de universidad, y autor de Poesía
Líquida, el libro que según Andrew Dougall, “todo amante de la cerveza artesana debería leer”. Huxley tuvo la osadía de abrir en Barcelona el BBC, primer brewpub de España, y según nos contó Andrew, el detonante de la irrupción de la cerveza artesana en nuestro país surgió cuando una gran cervecera catalana propició el
cierre del BBC. A modo de venganza, Steve Huxley dedicó gran parte de los últimos años de su vida a enseñar a hacer cerveza a cualquiera que lo quisiera, usando principalmente garajes, algo que en palabras de Andrew, “muchos cerveceros de esa zona saben, pero algunos lo niegan”.
Después de esta interesante charla, Andrew tuvo tiempo para atender a todos los asistentes, contestar las preguntas que les planteasen o sacarse fotos con ellos, haciendo gala siempre de su cercanía y amabilidad. Además, gracias a Ricardo, propietario de El Boliche, Craft Beer Fans pudo disponer de unos minutos para hacerle una breve entrevista a Andrew, un poco más alejados del ajetreo del evento:
Sin duda, las cervezas artesanas han venido para quedarse. Hay que tener en cuenta que la elaboración de la cerveza es muy similar a la elaboración de la comida, de hecho, yo a dicho proceso lo llamo “cocina líquida”. Si en el mundo de la cocina, España ha sido y es capaz de obtener numerosas estrellas Michelin, también puede ser capaz de hacer lo mismo en el mundo de la cerveza.
En definitiva, pudimos disfrutar de una noche cervecera tan instructiva como agradable gracias a Ricardo, y sobre todo a Andrew Dougall, quien demostró con creces no solamente ser un gran cervecero, sino una excelente persona. El propio Andrew confesó después del acto estar impresionado con el recibimiento y dijo que fue una noche inolvidable para él. Se notaba en el ambiente que Vallecas y Liérganes, a partir de esa noche, están hermanados.
¿Cuál crees que es el futuro del panorama Craft español?
Sin duda, las cervezas artesanas han venido para quedarse. Hay que tener en cuenta que la elaboración de la cerveza es muy similar a la elaboración de la comida, de hecho, yo a dicho proceso lo llamo “cocina líquida”. Si en el mundo de la cocina, España ha sido y es capaz de obtener numerosas estrellas Michelin, también puede ser capaz de hacer lo mismo en el mundo de la cerveza.